07 noviembre 2013

¿Por qué fallan las presas?

Las presas son consideradas como las obras magnas de la ingeniería; según el Derecho Internacional Humanitario también como "instalaciones que contienen fuerzas peligrosas". Barreras diseñadas y construidas para contener el flujo de agua que a veces pueden cumplir otras funciones como la de generación de energía o de espacios de recreo. Pero: ¿Cuáles son las causas típicas de sus fallos? ¿Qué provocan? ¿Qué debemos tener en cuenta los ingenieros? ¿Existe legislación que regule, controle y prevea estas situaciones?


En principio las causas de rotura más comunes son: 

Errores en el diseño.
Aquí entrarían todos los errores de cálculo y diseño previo. (Incluyendo los informáticos). Por ejemplo errores en el diseño del aliviadero provocando que no pueda cumplir su función de vertido.

Errores en la ejecución.
Excavar el cajero de cimentación en ángulos agudos o rectos genera tensiones.
No cimentar sobre la superficie adecuada permite la acumulación o paso de fluido por la zona inferior provocando subpresiones y el sifonamiento de la presa.
Verter el hormigón de manera incorrecta (en el caso de las presas de hormigón) o disponer mal las capas así como realizar una mala compactación (en las de materiales sueltos).
Por supuesto todas aquellas que tengan que ver con el empleo de materiales inadecuados o de baja calidad.

Errores en la gestión.
No tener sistemas de auscultación y control que sirvan para detectar cualquier posible movimiento de la presa tanto en su eje vertical como horizontal. No disponer de sondeos con manómetros en el fondo que indiquen los valores de la subpresión. Mal mantenimiento de las tuberías de desagüe. Mala utilización de compuertas y válvulas realizando operaciones de llenado y vaciado rápidamente. Y los errores de gestión más importantes: no disponer de un plan de emergencia ni someter a las revisiones de seguridad correspondientes según categorías.

Acciones naturales.
Deslizamiento de la montaña dentro del embalse, además de generar una inestabilidad geológica provoca cambios repentinos en el nivel del agua.
Condiciones meteorológicas adversas: Como fuertes nevadas o lluvias extremas que incrementen el calado del embalse repentinamente.

Atentandos.
Desde detonaciones hasta bombardeos.

Los tres ejemplos más recientes de lo comentado anteriormente son:
  1. Presa Situ Gintung 2009, Indonesia, causas: mantenimiento escaso y lluvia monzónica. 
  2. Presa de Campos Novos 2006, Brasil, causas: colapso de una de sus galerías.
  3. Planta y embalse de Taum Sauk 2005, Estados Unidos, causas: error informático o del operador. Los manómetros no se tuvieron en cuenta a sabiendas de que existían registros de roturas con presiones menores. 
En España los ejemplo más recientes los tenemos en:
  1. Presa de Tous 1982, Valencia, causas: lluvia.
  2. Vega de Tera 1959, Ribadelago, causas: graves deficiencias estructurales como consecuencia de una mala construcción.
  3. Pantano de Puentes 1802, Lorca, causas: ejecución defectuosa.
Lamentablemente el colapso de una infraestructura de este tipo no solo supone perdidas funcionales, ambientales y económicas presa-entorno, sino que además lleva aparejada la perdida de vidas humanas en muchos casos. Las roturas de presas son raras en comparación con otro tipo de instalaciones, pero hay que tener en cuenta  que son capaces de generar un daño enorme y provocar la pérdida de un gran número de vidas humanas.

Por ello los ingenieros debemos de ser capaces de prevenir y controlar el riesgo que supone el colapso de una infraestructura de este tipo. Empezando por incluirlo en el diseño, pasando por realizar una buena ejecución y lo que nos parece más relevante: englobar todo lo anterior bajo términos de excelencia en la gestión. 

Para ello además de nuestros conocimientos teóricos y prácticos en España disponemos de las siguientes herramientas legislativas para actuar en consonancia:
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